La temporada heroica del Gansito Padilla
Aarón Padilla llegó al Club América sin reflectores y sin promesas de titularidad. Desde sus primeros minutos mostró una cualidad que se volvió su sello: cada vez que entraba, cambiaba el partido. Su velocidad, su intuición dentro del área y su capacidad de anticipación lo convirtieron en un revulsivo ideal para un equipo grande.
En el Clausura 2005 vivió la mejor etapa de su carrera. Ese torneo fue determinante para que América llegara a la liguilla y terminara coronándose campeón. Padilla anotó siete veces, incluyendo tres en la fase final y dos en la serie por el título contra Tecos. Su lectura del primer poste y su manera de llegar desde atrás lo hicieron una amenaza constante en cada balón dividido dentro del área.
En las semifinales frente a Cruz Azul volvió a aparecer en un momento crítico. En la ida, América había ganado 3–1, pero en la vuelta un gol de César Delgado dejó el global 3–2 y abrió la posibilidad de una remontada cementera. El ambiente se tensó, pero Padilla respondió como pocas veces se ha visto. Al minuto 15 definió con frialdad para devolver la ventaja global y enfriar al rival. A partir de ese momento el equipo tomó control absoluto y la serie terminó con un contundente 6–2. Ese gol del Gansito fue el golpe emocional que apagó la reacción de Cruz Azul y allanó el camino hacia la final.
Ese mismo año también dejó huella internacional en la Copa Sudamericana 2005. En la vuelta de los octavos de final frente al Atlético Nacional, en el Atanasio Girardot de Medellín, Padilla anotó al minuto 14 del segundo tiempo en la victoria 4–1. Fue una de las grandes actuaciones del América en torneos CONMEBOL, y su gol ayudó a destrabar una serie que había terminado 3–3 en la ida.
Su impulso también lo llevó a la Selección Mexicana en la Copa Oro 2005. Y un año después, ya consolidado como un jugador de momentos decisivos, fue el máximo anotador de la Copa de Campeones de la CONCACAF 2006 con cuatro tantos, torneo que América terminó ganando.
El legado del Gansito Padilla no se mide por la duración de su carrera, sino por la intensidad de su momento más brillante. Un torneo perfecto, goles decisivos, una liguilla inolvidable y la capacidad de aparecer siempre en los instantes donde un jugador del América debe hacerse grande.
Palmarés con el Club América
Títulos Nacionales
Campeón de la Primera División 2005
Campeón de Campeones 2005
Títulos Internacionales
Copa de Campeones de la CONCACAF 2006